Noelia Fernández | Nutricíon Para Mujeres

No te engañes

¿Cuántas veces has pensado en empezar una dieta? ¿Y ejercicio físico? ¿Eres de las que nunca encuentra el día ni el momento oportuno? ¿Pospones todos los planes de cambio que tienes programados, aunque te mueras de ganas por comenzar?

Procrastinar no tiene que ver con tu capacidad de superación, de trabajo o de determinación. Procrastinar es consecuencia de un manejo de las emociones erróneo. 

Quizás, en este momento no te encuentres REALMENTE en la situación de poder empezar a cambiar hábitos que tienes muy arraigados. Puede que tengas la motivación suficiente para poder haber llegado hasta aquí, pero sabes que es difícil poder comprometerte contigo misma por tu ritmo de trabajo y las mil obligaciones diarias de las que tienes que ocuparte. Lo que decíamos… un manejo de las emociones erróneo.

No es así. No vas a tener que sacrificarte, ni sacar un tiempo extra que no tienes. Tampoco tienes que renunciar a tu vida social, ni desatender tus ocupaciones. Nada de eso. Y si estuvieses dispuesta a ello, sería totalmente imposible mantenerlo en el tiempo. El nuevo paradigma para llevar unos hábitos saludables propone planes nutricionales que se incorporan poco a poco en tu rutina diaria, se adaptan a tus gustos y pautas alimenticias sin problema, y se acaban generalizando en tu menú diario sin dificultades. Se basa en una propuesta de ejercicio físico generalizado, pero también focalizado, con movimientos perfectamente ejecutados que te harán ahorrarte horas de trabajo y kilos de mancuernas. Se trata de conocer un nuevo estilo de vida que deberás adoptar e interiorizar desde el disfrute y el conocimiento de tu propio cuerpo de forma normalizada. 

Aún así, realmente hay personas que deciden comenzar, pero no están en su mejor momento emocionalmente hablando, y son incapaces de comprometerse a este cambio que, aunque es muy apetecible, siempre requiere de convencimiento y motivación. Primero analízate, observa en el momento de tu vida en el que estás, cuáles son tus objetivos y escribe una lista priorizándolos, repasa mentalmente en qué estado te gustaría estar en unos meses y revisa tu grado de autoestima y compromiso mínimo contigo misma. 

No te engañes ni pierdas el tiempo. Después de reflexionar, puede que te hayas dado cuenta de que tus prioridades ahora mismo son otras o, por el contrario, has visto con mayor claridad que este es el momento para cambiar. 

 ¿Comenzamos?

Noelia Fernández